
Comenzaba a atardecer en Ábaco.
La extraterrestre sentada en el techo de su casa miraba el cielo.
-¿Por qué es así el cielo? - preguntó a su terrícola.
- Creo que... Es por que cuando se levanta polvo los rayos del sol chocan con él, y como sabes, el color que rebota, es el rojo y por eso se ve así - respondió él.
La joven extraterrestre siguió mirando el cielo algo decepcionada.
-¿Por qué es así el cielo? - volvió a preguntar sin quitar la mirada de las nubes.
El terrícola la miró y se dio cuenta de lo que pasaba, una de esas respuestas no iba a satisfacerla. Se levantó de donde estaba y se sentó tras ella.
-Mira... - dijo tomando las manos de la niña para apuntar al cielo - Dios tiene una maquina de algodón de azúcar gigante y como vio que la tarde es linda comenzó a hacer algodón y pensó "A esa extraterrestre le deben gustar mucho"
Ella sonrió con ganas mientras miraban el cielo.
La extraterrestre sentada en el techo de su casa miraba el cielo.
-¿Por qué es así el cielo? - preguntó a su terrícola.
- Creo que... Es por que cuando se levanta polvo los rayos del sol chocan con él, y como sabes, el color que rebota, es el rojo y por eso se ve así - respondió él.
La joven extraterrestre siguió mirando el cielo algo decepcionada.
-¿Por qué es así el cielo? - volvió a preguntar sin quitar la mirada de las nubes.
El terrícola la miró y se dio cuenta de lo que pasaba, una de esas respuestas no iba a satisfacerla. Se levantó de donde estaba y se sentó tras ella.
-Mira... - dijo tomando las manos de la niña para apuntar al cielo - Dios tiene una maquina de algodón de azúcar gigante y como vio que la tarde es linda comenzó a hacer algodón y pensó "A esa extraterrestre le deben gustar mucho"
Ella sonrió con ganas mientras miraban el cielo.
-¿Y se pueden tocar? - preguntó algo avergonzada como sabiendo lo imposible que sonaba decirlo.
-Cuanto tú lo desees -respondió con dulzura sin soltar sus manos - Cierra los ojos.
Ella cerró los ojos y él estiró los brazos de ambos hacia el cielo.
-¿Lo puedes sentir? -susurró al oido de la joven.
- Si.
Solo su terrícola, a pesar de estar mas lejos del espacio que ella, era el único que podia hacerla tocar el cielo con sus fragiles manos cósmicas.




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