Asi fue cuando llegaste a Ábaco

Me levanté una mañana... Una de esas mañanas que te engañan haciéndote creer que no pasará nada...

Ábaco estaba más tranquilo de lo que comúnmente está, me sentí muy sola mientras tomaba mi desayuno de Estrellitas... {ese oso loco siempre me deja varias}

Tuve que ordenar un poco... Tenía medio alborotado a Ábaco, esperando un sueño, creyendo en mentiras que, según yo creí, me satisfacían pero finalmente agrandaban el vacío...

Pero qué fome fue esa tarde... Todo estaba hecho un desastre...

Invadida por el vacío de ver a Ábaco perder su luz decidí hacer como mi amigo el Principito y me senté a ver el atardecer... De pronto TE VI.

Descendiste de tu nave algo descompuesta y no necesitaste decirme nada para entenderlo todo, incluso lo más complejo se hizo claro en mi mente... Todo volvió a su lugar.

Me lancé a tus brazos sin pensar y sin temer a nada de pronto tan solo... ME COMPLETASTE...

Entre todas las estrellas y galaxias habías estado TÚ...

De mis ojos brotaron lágrimas pero no ya estaba triste, eran lágrimas de arco iris que no dejaban de caer.

-Te voy a manchar todo- dije algo apenada secando mis mejillas mientras mis manos parecían llenarse de acuarela.

-No me importa- respondiste acercando tu mano a mi rostro y tratando de secar mientras manchones de acuarela corrían por tus dedos...

Mientras arreglaba tu nave pintaste Ábaco con tus manos.

-Ya está lista- te dije apuntando tu nave- Yo creo que ya te podrás ir...- susurré luego con tristeza...

Sin decirme nada te acercaste y me abrazaste con fuerza. Me rendí ante tus brazos ...

-Yo me quedo, pertenezco aquí... Aquí, contigo... Nosotros.

Y con eso me bastó para saber que te amaría...

CON LA INFINIDAD DEL ESPACIO. ♥

Simplemente eres mi terrícola favorito.