
Ya era bastante tarde, le sorprendía que al haber recurrido a quien mas quería no haya encontrado esa respuesta que necesitaba. Se sintió vacía y desganada... Le dio el ultimo sorbo a la lata de cerveza y la lanzo al suelo.
Siguió caminando por las húmedas calles de Santiago tratando de cubrir su cigarro para que no se apagara con la suave llovizna... Quería sentarse y ya no importaba si estaba todo mojado, no era hora de preocuparse de ello.
Moneda, 4.06 a.m y aun no encontraba el camino de vuelta a casa pero a esa hora nada importa. Vio a los perros durmiendo en sus cartones, a las parejas escondidas tras kioscos, a los vagos durmiendo cerca de la entrada de un banco...
Extrañó su casa unos minutos... Finalmente nunca volvió.




No hay comentarios:
Publicar un comentario