martes, 16 de junio de 2009

Inevitable


Me encanta cuando adivinas que a veces tengo rencores en tu contra y es que casi los invento como para estar mas cerca.
Estoy arriba, arriba de las nubes que veo la tormenta para abajo, como cuando se va en un avión. Y te equivocaste un poco, me he caído, quizás no con la intensidad feroz que te has tenido que pegar tú pero me he caído de muy alto y me dolió de tal manera que aun llevo un ala rota yendo en ascenso y tengo miedo pero no me da miedo admitirlo.
Me preocupas y eso no puedo evitarlo.
Te tengo mucho cariño aun que a veces quiera odiarte.
Pero pesado, tonto, irónico, extremadamente sarcástico a veces, me agradas. De no ser así me daría lo mismo pero así eres tú y así me gusta que seas.
Espero que estés bien, que puedas seguir volando, a lo mejor se me ocurra hacer la novela y puedas leer el final feliz que yo deseo para ti… (O simplemente tomar unas cartulinas, un scotch y pegarte las alas pero el trabajo de volar lo haces tú)
Podría ser… “Fuera de todos los problemas sabia que apretando su mano la burbuja era indestructible y ellos juntos eran indestructibles cubiertos o no por esta. Decidieron volar más lejos entre toda la gente y los absurdos problemas. Aprendió a volar más lejos… A lo mejor solo tenía miedo
Piérdele temor al vuelo, nos caigamos cien mil veces finalmente todos desean volver a volar y si a lo mejor te puedo ayudar aun que sea un poquito lo voy a hacer. No te odio, nunca te odio. Te tengo especial cariño y quiero que seas muy feliz. Si las situaciones están dadas como ahora, por algo será pero espero que jamás te rindas ante nada.

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